Sueños rotos.
Parte 22.
No tomare represarías por el pasado que una vez nombre, por esas lagrimas que desbordaba mi memoria mientras se vacía por completo de un sueño de 19 años en donde aun yazco completamente inverosímil, inmóvil y ahora desocupado.
Responder las respuestas del vasto mundo me llena de tristeza, ya que me doy cuenta cada vez más de que e estado ciego y vacante de sabiduría. Se quien soy mas no se que hago aquí, pregunta que me tortura y me hace pensar en el olvido y hace que habrá las puerta ya cerradas de mi sub.-cociente, no quiero volar, una vez escribí que decidí quedarme parado sin hacer nada de tanto caer y ahora, después de revivir tantas caídas me encuentro inmóvil nuevamente, observando el mundo y siendo alguien que no existe.
Mi mente enferma a mi cuerpo diariamente y los sueños encierran mis pasiones y mis atributos artísticos en cofres de vidrios imposibles de abrir, me encuentro de pie en una cuerda floja al borde de una caída que me sopla el cuerpo con brisas con olor a canciones de ironía, con olor a miedo; me abandono la cordura y pase a ser uno mas después de impedirlo tanto pase a hacer un pensamiento mas de un robot social, me abandono la vida que me atraía, las ganas de vivir y solo me queda, nuevamente, escribir.
Estoy solo, como en el comienzo de mi escuela, solo como una roca en un árbol esperando que el viendo o algún ser vivo la tumbe para ser atraído por la gravedad de la tierra. Necesarias son mis palabras y mis escritos en estos días sin oscuridad en donde el sol me toca, nunca pensé anhelar la oscuridad que me aterraba, nunca pensé anhelar tanto un futuro mejor. Debo aceptar que nací para sufrir y vivir momentos gratos; solo a veces me doy bocanadas de aliento para poder superar los obstáculos y mas allá de las fronteras de la imaginación logro darme cuenta de que después de pasar por tantos momentos malos e aprendido a disfrutar eternamente los pocos momentos buenos que arrastra a la consecuencia de mi existir.
Quiero escapar, encontrar a la persona y descubrir la respuesta a esa pregunta que me atosiga, quiero a mis amigos como columnas de mi existencia, quiero a esa persona anhelada que no llega, quiero soñar y no despertar de este sueño que me ahoga y del cual estoy cansado, o simplemente quiero ser parte del mundo de las ideas y observar el paso del tiempo mientras me siento a tomar una tasa de café.
Me despido cordialmente de ti, Andreina Rondon Polidor, Fernando Antonio Garantón y Teatro de la Penumbra esperando que lleguen nuevos y mejores momentos por el cual escribir. Tal vez me arrepienta de esta despedida y rectifique mi error en otro escrito pero en este momento me desligo de ese cordón umbilical que me ata completamente a mi mundo artístico y diferente que tanto amo por necesidad o moriré con el dolor del abandono y la traición a la felicidad de otros, y no creo estar preparado para ello.
Este escrito en especial no es solo un desahogo mas, es como me encuentro como ser pensante en este momento de desilusión por el cual todos pasamos, pero solo las personas con pensamientos propios como los míos sentimos cada latido de esos dogmas que nos retuercen el corazón y nos hacen llorar por dentro.
Kleiver J.R.T.
