Tu demonio por siempre.
Parte 9º.
Voces en la oscuridad, retumban silenciosas en las paredes, se mueven y las veo.
Mi presión aumenta y el ambiente se congela.
Postrada en una cruz yazco dormida; muerta. Despierto entre sonatas del alma, bacilo en forma física con cada paso que dan mis brazos que dan mi cuerpo y no se en donde estoy.
La veo inmóvil, como una estatua vacía y sin voz, su cabello esconde su cara pero se que respira; gira su cabeza y me observa, me huele mientras se acerca poco a poco hacia donde estoy, me acecha y no se que hacer, mi cuerpo se paraliza, mi mente se trastorna, y me ataca…
Algo pasa; ella regresa a su postura de estatua, todo oscurece.
Voces en la oscuridad, retumban silenciosas en las paredes, se mueven y las veo.
Mi presión aumenta y el ambiente se congela.
Postrada en una cruz yazco dormida; muerta.
Renazco de la arena por ella y para ella, despierto nuevamente entre recuerdos ahora vivos, mi cuerpo tiembla de placer y de odio. Tocan las gárgolas recordándome el dulce olor de este lugar, ella, con sus cabello largo se aterra al verme aunque le causo delectación y no sabe que hacer. Simplemente corre de un lado a otro. Me acerco a esta mujer postrada en la cruz. La observo, me extasío, mi cuerpo se retuerce de excitación mientras ella tiembla. Ella sabe que soy su demonio por siempre, aun después de muerta. En mis dominios esta, ahora es mía.
Despierto y te observo, no puedo mover mi cuerpo atado a esta cruz, caminas despacio hacia mi y el aire se vuelve cada vez mas tenso y caliente, casi no puedo respirar; el miedo no me deja actuar, estas encima de mi oliéndome, tocándome lentamente; me haces daño físicamente, es como una pesadilla real.
Ahora eres mía, soy tu demonio por siempre; te susurro al oído.
Te recuerdo, te cree en sueños y ahora que estoy muerta te veo, te siento, te amo.
Me tomas de la mano y simulamos mi vida y tu vida con cada paso, nuestros cuerpos se expresan corporalmente en total armonía, pero sigue el miedo, tus manos rusticas me aterran, tus ojos ven mas allá de mi piel y se que me deseas. Se que te amo pero quiero escapar de este lugar.
Tu miedo me da fuerza, me enloquece el olor de tu cuerpo, se que me amas. Observo tu alma atrapada en tu piel suave, y la quiero mientras danzamos. Trato de arrancártela en movimiento precisos, pero te mueves igual que yo, y no puedo. Te arrastro a mi trono de sangre.
Mi mente me impide deshacerme de este placer que siento al estar a su lado, pero mi cuerpo ya es uno con el de el, le pertenezco y simplemente me dejo arrastrar. Ahora ella esta danzando sola, danza con sus ataduras, con su cabello largo, danza para el. ¿Que es este lugar tan estrecho que me deja sin aire?
Te tomo en mis brazos y me hundo en tu cuerpo, te arranco el aliento, la piel, ese olor que me trastorna, ahora es más que mía, eres parte de mí, te dejas llevar y me aceptas, me amas.
Ahora soy tuya, me desgarras la piel y me dejo llevar por ti. Por esos pensamientos pecaminosos que me atan a tu cuerpo; tómame. Sin darnos cuenta, ella se unió a nosotros y nuestros cuerpos sudan estallantes de placer, de caricias bizarras que te dan vida. No quiero terminar; aun no.
Mi cuerpo y mis pensamientos han logrado ya alcanzar su total embriaguez, ya es tiempo de terminar, de regresar a la arena. Ella se va y te saco de mi trono.
Esta pasando de nuevo, todo regresa a su estado original y sin darme cuenta regrese a la cruz. Todo queda en total oscuridad y regreso a mi sueño.
Kleiver J.R.T.
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