miércoles, 31 de agosto de 2011

MIS PENSAMIENTOS ESCRITOS PARA TI.


Fuimos felices y capaces de permanecer juntos más allá de la muerte. 
Parte 26.

Me encontraba en su mundo, rebosando sus ideas al igual que ella las mías, fuimos felices y capaces de permanecer juntos mas allá de la muerte, nos enredamos en lo cotidiano y en un tango que nunca termino. Después de tres años aun sigo junto a ella oliendo su vestido y rasgando mi memoria, aun sigo junto a ella bailando y bebiendo la respectiva taza de café a las tres de la tarde. Lucia, ¿puedes llenar mi taza?

Claro amor mío, con dos cucharaditas de azúcar como te gusta.

Al oler este aroma que antes estaba lleno de momentos y no solo de azúcar me perdía en mis pensamientos, nunca prepare ni me atreví a tomar más café, no podría traicionar a mi lucia y sus momentos hechos para mi. Todavía la escucho, y me continúa diciendo al oído que me ama.

Te amo amor mío, ¿apeteces una galleta?

Siempre le decía que dos; me la daba en la boca, le colocaba esa mermelada que tanto me gustaba y que después de tres años tampoco me atrevo a probar por no traicionar a mi… lucia…, nunca llore su partida, nunca e logrado llorar con lagrimas ya que es suficiente ahogarme cada día por dentro conteniendo la tristeza y el dolor. Nunca quise llorar por ella, muy en el fondo no quería comprender que ya su amor se congelaba poco a poco. Ya las tardes del café simplemente callábamos y no opinaba.

Te amo amor mío, ¿apeteces otra galleta?

Por favor, le decía y sujetaba con calma la cafetera y me serbia otra taza de café.

Con dos cucharaditas de azúcar como te gusta.

Y me serbia y removía las dos cucharaditas de azúcar que es lo único que tomo todos los días al salir del trabajo y llegar a casa para encontrarme nuevamente con lucia, para amarla nuevamente y bailar como de costumbre, poder sentirla nuevamente. ¿Por qué ponerme su vestido?, y acaso, ¿no lo usarían?... por estar nuevamente con mi amada, por sentirme a su lado y amarla. Nunca me aburriría de esta rutina que llevo por amor desde hace tres años. Y como ven, ni una lágrima en mi rostro ya que el tiempo no me marcara, no me convertirá en un loco, no lo ara. Suficientes problemas arrastro en mi trabajo para amargarle la vida a mi amada.

Te amo amor mío…

Ahora; confieso nunca le respondí un te amo, nunca le traje flores ni chocolates, solo café y galletas. Me convertí en un loco cuando supe que me amaba y ahora que ya estoy cuerdo al no tenerla se que la amo como a nadie y con locura. ¡Te amo lucia¡…

[…]

¿Por que callas?, ¿por que no quieres hablarme?, acaso no es suficiente, no soy suficiente para ti es eso, no te vallas al cuarto, no me dejes solo de nuevo como lo haces cada día después de tres años. No te vallas lucia, no lo hagas… me repito este monologo cada día al darme cuenta de la hora ya que se termino mi break y es momento de regresar al trabajo. Ya no se si en verdad lucia me acompaña pero no pierdo las esperanzas de que reviva después de… después de que se ahorco al perder nuestro segundo hijo. Y no, no enloquecí, no llore, no me despedí y el mundo me abandono. Bailemos nuevamente antes de partir lucia, mi amada, nos veremos mañana nuevamente a las tres, hasta que la muerte nos separe, hasta que tiempo decida y mi rutina muera con mi dolor… 
 
Kleiver J.R.T.

No hay comentarios:

Publicar un comentario